Seguro te ha pasado que sales de paseo y se revela ante ti un momento de fotografía… pero ¡no tienes tu cámara! ¿Lo dejas ir como si nada? ¡NO! Haz esa foto con tu teléfono. Sí, vale la pena. Te voy a contar por qué.
Si tienes un smartphone relativamente nuevo, esa cámara tiene más posibilidades de las que te imaginas. Puedes lograr fotos muy pro y diré cómo hacerlo, siguiendo estos sencillos tips. ¡Allá vamos!
1. Limpia la cámara
Puede parecer obvio, pero tú y yo sabemos que el teléfono es uno de los objetos más sucios entre nuestras pertenencias. Adopta esto como un mantra: antes de hacer cualquier foto con tu teléfono, limpia el lente de la cámara.

¿Cómo puedes limpiarla? Pocas respuestas son tan sencillas: con cualquier tela limpia que tengas cerca. Afortunadamente, el cristal que recubre las cámaras de los teléfonos está diseñado para no rayarse fácilmente, así que puedes usar la camiseta que tienes puesta o la gamuza con la que limpias tus lentes.
La idea es remover la capa de grasa que seguramente está acumulada en el cristal. Es inevitable, ya sea de la empanada que te comiste o la que naturalmente tienes en tus dedos, tu teléfono está lleno de grasa, no pasa nada 🙂
OJO: ¡Esta lógica de trapitos y telas no aplica a los objetivos de otras cámaras!
2. Activa la cuadrícula o rejilla
Este segundo tip te ayudará con un aspecto fundamental para lograr resultados más pro en tu fotografía: la composición. Si quieres saber más sobre la composición en específico, visita este artículo en el que te hablo del tema 😉

En la configuración de la cámara, que estará en un lugar distinto dependiendo de cada teléfono, activa la cuadrícula o rejilla. Con ella será mucho más sencillo hacer la composición de la foto, bien sea que uses la regla de los tercios o que hagas composiciones más simétricas.
Sin importar el estilo que elijas, la cuadrícula es una herramienta súper importante que te recomiendo que aproveches.
3. Modo retrato ON
Si estás fotografiando a una persona, el modo retrato puede ser tu mejor aliado. Esta configuración le añade un efecto de desenfoque al fondo que sube el nivel de tu foto. La persona que estás retratando se separa del fondo por ser aquello que está más enfocado.


Si tu teléfono no cuenta con este modo, no pasa nada, puedes descargarte Focos, una app genial que te permite jugar de manera muy intuitiva con el desenfoque, manteniendo la calidad de la imagen.
4. Ubica la fuente de luz (y aprovéchala)
Como ya hemos conversado en otros posts, la iluminación bien aplicada es clave. Ya que no estarás trabajando con todas las opciones manuales de una cámara, te recomiendo que ubiques lo que estás fotografiando en un ángulo de 45º de la fuente de luz.
Es decir, intenta que la luz no ilumine de frente, ni desde atrás, ya que las cámaras de los teléfonos suelen llevarse mal con luces muy fuertes o contraluces demasiado potentes.

Lo ideal es que la luz sea lateral para que obtengas mejores contrastes de brillos y sombras. Y si es luz natural pues ¡mucho mejor!
5. Evita el zoom digital
Si hay algo en lo que las cámaras de los teléfonos todavía no llegan a ser top, es el zoom digital. Allí no hay mucho que hacer, pero no es grave.
Mi recomendación es que lo evites a toda costa, porque la imagen pierde muchísima calidad, sin importar el lente de 2834 millones de megapíxeles que tengas, sigue siendo un zoom digital.
Siempre que puedas, y esto puedes tenerlo en cuenta en la fotografía en general, acércate a lo que estás fotografiando. Juega con las distancias físicas en la medida de lo posible, de esa manera obtendrás resultados mucho mejores.
¿Lo que estás fotografiando está muy lejos? Acércate todo lo que puedas, haz la foto, amplía en en el programa de edición que uses y recorta lo que te interesa. Pierdes menos calidad haciéndolo así, que usando el zoom.
6. Usa el enfoque automático
Una vez elegido lo que vas a fotografiar, tócalo en la pantalla para que fijes allí el foco de la cámara. Esto te permitirá moverte sin perder el enfoque y además, en algunos dispositivos, hará que aparezca la opción de graduar la intensidad de luz.
Esto es importante que lo aproveches porque los teléfonos suelen sobreexponer las fotografías, así que bajando la intensidad de luz compensarás esa pérdida.

Al bajar la intensidad de luz la foto quedará, inevitablemente, más oscura; pero de esa manera tendrás más información para trabajar en la edición.
7. Edita la foto (siempre)
Muchos “siempres” son efímeros e intrascendentes, pero este, te prometo, es importante cumplirlo. Las fotografías hechas con el teléfono es mejor siempre, siempre, siempre editarlas. Y no, ¡los filtros de Instagram no cuentan!
De esta manera garantizas que el resultado se vea mucho más profesional: corriges luz, equilibras contrastes, revisas inclinaciones, ajustas enfoques. Es decir, todo lo que cualquier imagen puede necesitar, pero que una imagen capturada con el teléfono necesita más.
Yo uso tres apps para editar: Lightroom, RNI (Real Nice Images) y VSCO.
Lightroom es el primer paso de la edición, porque tiene más opciones específicas para ajustar la exposición, el balance de blancos, la inclinación, y demás aspectos de revelado digital. Esta app es la versión móvil del programa de la Suite de Adobe.
RNI y VSCO son dos buenas opciones para jugar con filtros, colorizaciones y otras ediciones más creativas. Las opciones que te dan son de muy buena calidad y, a diferencia de los filtros de Instagram, te ofrecen cambios más sutiles que evitan resultados que puedan verse excesivamente editados.

Te recomiendo que veas la edición como una manera de resaltar el valor de la fotografía, más que como el momento de alterar la imagen al punto de que sea irreconocible (a menos que esa sea tu intención)
Finalmente

¡Eso es todo! Espero que con estos tips tengas más información para sacarle provecho al máximo a la cámara de tu teléfono y que no pierdas ninguna oportunidad para hacer fotos. Si tienes el teléfono encima siempre, ¡no hay excusa!, atrévete a practicar y a mejorar, siempre.